-No hemos aprendido a vivir-

 
“En nuestra cultura, en dos mil años si partimos de Grecia, el progreso técnico ha sido prodigioso; increíble. ¿Qué podían sospechar jamás, no digo los griegos, ni los de la edad media, ni los del Renacimiento, ni todavía los del siglo XIX, las alturas que ha alcanzado el progreso científico y técnico de nuestro tiempo? En ese sentido, si se da una nota, hay que darle un cien a los técnicos. Pero… ¿Y en la vida social? ¿Y en la vida humana? ¿Y en la vida cotidiana? Seguimos exactamente igual que hace dos mil años: con guerras, con divisiones, persiguiéndonos, luchando, combatiendo, con xenofobias, con exclusivismos, con nacionalismos excluyentes… Hasta las religiones que aman al prójimo, se matan unas a otras desesperadamente y con fanatismo feroz.
 No hemos aprendido a vivir como humanidad; la humanidad está por hacer.Todavía en otros tiempos se podía pensar que nos separaban océanos, desiertos, montañas… unas culturas ignoraban a otras, en América no se sabía lo que se hacía en Europa y viceversa… Pero ahora, cuando la técnica nos ofrece comunicaciones instantáneas, transportes casi instantáneos, todas las oportunidades para encontrarnos en un escenario único, ahora nos encontramos con que seguimos lo mismo: sosteniendo las mismas barbaridades, las mismas crueldades, las mismas salvajadas.
Ahora mismo, ¿Cómo es posible eso? ¿Cómo no hemos aprendido a vivir? ¿A vivir en paz? ¿A vivir con la naturaleza? ¿A vivir con sosiego?  ¿A disfrutar de esa técnica? Es pura barbarie.
Yo recuerdo de algunas películas americanas en las que los pieles rojas detenían un tren, lo asaltaban, y luego cogían todo lo que habían encontrado en el tren y empezaban a disparar al aire los fusiles, se emborrachaban… No sabían que hacer con los instrumentos. Nosotros no sabemos que hacer con la técnica. No  tenemos el arte de vivir; tenemos mucha técnica, y muy poca sabiduría. 
 (…)
¿Tenemos mucho tiempo libre para vivir? ¿Para vivirnos? ¿O pedimos constantemente que nos vivan? Vamos al médico a que nos cure. Vamos al profesor a que nos enseñe. No nos enseñamos; no nos curamos, y esa es la vida: hacernos nosotros. La vida es hacernos lo que somos. Lo sabían los griegos, pero no se sabe ahora lo que es. Hacernos lo que somos. Cada uno de nosotros nace con un potencial que tenemos, no ya el derecho de vivir, el derecho de desarrollar. Se habla mucho del derecho de vivir, y hay algo mas fuerte que el derecho de vivir. Es el deber de vivir.
Queridos jóvenes, tenéis el deber de vivir; y el deber de vivir es hacer de vuestra potencialidad lo más que podáis. Cada uno en su campo, pero ser lo más posible; coger la vida que hemos recibido y añadir algo con ella a la vida. “Hacerse lo que se es”, lo sabían perfectamente los griegos. Pero hacerse lo que se es, exige tiempo; tiempo para hablar con uno mismo, que casi nadie lo hace (estoy convencido a juzgar por los actos luego). Escucharse a si mismo. Decía Machado “el que habla consigo mismo, espera hablar con Dios algún día”. Yo no tengo esa esperanza de ninguna manera, pero hablo conmigo profundamente.
(…)
 Nos encontramos con que la libertad hay que ejercerla con las condiciones que ponían los propios revolucionarios: con igualdad y con fraternidad: con esa fraternidad de la que hablan las religiones antes de matarse unos a otros. El hombre libre con igualdad y fraternidad, es el hombre con dignidad. Son valores fundamentales. Son valores para ensalzar lo que mas os deseo que lleguéis a conseguir. Lo que mas os ruego que tratéis de cultivar, que es el pensamiento libre. O mejor os dirán que el pensamiento libre es algo muy peligroso; eso lo dicen los que son absolutistas y, por consiguiente, el pensamiento libre lo consideran relativismo.
 El pensamiento libre es indispensable para todo, y si todos practicáramos el pensamiento libre, habría ciudadanía.  Y si hubiera ciudadanía, no pasaríamos las crisis que pasamos. De modo que por favor, pensemos en la libertad, y en el pensamiento libre, porque el sistema ya no tiene ideas. Todo lo que nos proponen nuestros dichosos líderes es el desarrollo, de más, y más, y más; el desarrollo exterior y cuantitativo. No el desarrollo interno de las personas; no el desarrollo que nos perfecciona, no, sino el desarrollo que aumenta la cantidad de cosas que hay, y entre las cosas hay, hay basura, porque lo que producimos en gran escala y con gran productividad es la basura. El desarrollo que nos proponen, al que llaman Desarrollo Sostenible es, (y lo sabemos los economistas), totalmente insostenible.»

 

Extracto del discurso sobre el humanismo, de José Luis Sampedro en la Universidad Carlos III de Madrid, el  día 19/10/2010.

2 respuestas to “-No hemos aprendido a vivir-”

  1. IN MEMORIAM: José Luís Sampedro

    Cuando la humanidad pierde a alguien como usted, con una mente tan brillante y rebosante de sensatez, sabiduría, coherencia, ética, humildad, y tantas virtudes como se pudieran escribir usando todos los idiomas conocidos, la humanidad pierde.
    Y los humanos perdemos, como pierden también aquellos cuya humanidad se antoja tan distante que se diría que dejaron de ser seres humanos, si es que alguna vez llegaron a serlo.

    Gracias, MAESTRO, por aportar tanta luz a estas oscuras y obtusas mentes tan contaminadas y manipuladas.

    Como usted decía, con la lógica característica que era habitual cada vez que nos deleitaba con una opinión, y al contrario de lo que nos pretenden hacer creer los «medios de incomunicación», y los comentarios que vierten aquellos cuyos intereses son tan sólo políticos y por lo tanto económicos,

    “Nunca, en toda la historia, ha existido alguien que haya podido vivir por encima de sus posibilidades, porque eso es científicamente imposible”.

    No siempre se es tan afortunado como para coincidir en vida con alguien a quien uno mismo le pueda llegar a considerar un mito.
    Con su ausencia, yo pierdo mucho. Todos perdemos mucho… Y quizás algún día seamos capaces de cuantificar esta pérdida.
    Las pérdidas, siempre resultan dolorosas; el mundo acaba de perder un genio.

    Gracias, MAESTRO (con mayúsculas, si, por supuesto) por ayudarnos a evolucionar.
    Descanse en Paz.

  2. Nanimo Nai Says:

    Coherente con su vida, también con su muerte. Se fue como quería irse, sin ruido, en silencio, discretamente.
    Estoy de acuerdo contigo, hemos perdido, la Humanidad ha perdido a un gran Maestro pero no nos ha dejado «huérfanos» nos dejó su herencia que perdurá por los siglos.
    Saludos.

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